Organismos públicos: FA negoció con gobierno electo en defensa de la calidad democrática
Alfredo Asti explica en su cuenta de Facebook* el proceso de negociación de la participación de la oposición en organismos públicos. La propuesta original del gobierno electo mostró su ensoberbecido posicionamiento sobre ejercicio del Poder, afirma el dirigente de Asamblea Uruguay.
El FA negoció en defensa de la calidad democrática a partir de una propuesta inicial del gobierno electo que pretendía relegar el papel que hasta hoy juega la oposición en los organismos públicos.
Alfredo Asti, dirigente de Asamblea Uruguay-Frente Amplio, explica en su cuenta de Facebook* el proceso de negociación de la participación de la oposición en organismos públicos.
El Frente Amplio negoció, no por cargos, sino en defensa de la calidad democrática, la transparencia, el contralor, las posibilidades de proponer mejor gestión en las políticas públicas y defensa del interés nacional y los avances logrados en estos 15 años. La propuesta original del gobierno electo mostró su ensoberbecido posicionamiento sobre ejercicio del Poder y pretendía relegar el papel que hasta hoy juega la oposición en los organismos públicos.
El FA obtuvo la presencia en organismos claves para contralor, pero también para aportar a las políticas públicas a su cargo, como lo son ANTEL y Colonización (INC), de los cuales había sido insólitamente excluido. Al mismo tiempo debió resignar la participación en otros organismos, sin libre elección de los mismos.
Hay diversos aspectos de la ardua negociación que Asti clarifica en el texto que se transcribe.
Sobre la negociación de la participación de la oposición en Organismos Públicos
Finalmente se llegó a un acuerdo entre el FA y el Gobierno electo, pero el mismo no fue fácil para nosotros y tiene muchas diferencias negativas con los procesos de los acuerdos anteriores de 2010 y 2015, e incluso el fracasado de 2005.
La propuesta original del Gobierno electo al FA mostró su ensoberbecido posicionamiento sobre ejercicio del Poder. Esa propuesta significaba en primer lugar una afectación a la calidad democrática con desconocimiento del papel de la oposición que representa al 47% de la población que votó en Noviembre por otra opción de Gobierno distinta al 48% triunfante.
Esa propuesta podía calificarse de soberbia, provocativa, mezquina, desprolija, ignorante y muchas cosas más que pretendía relegar el papel que hasta hoy juega la oposición en los organismos públicos en el actual Gobierno.
Su único argumento era una pretendida y mal aplicada regla de tres simple que determinaba que al FA le correspondían 33 cargos incluyendo organismos de muy distinta índole e integración. Se ponían en la misma bolsa los Organismos de Contralor que la Constitución establece su forma de integración y aprobación por la Asamblea General por mayorías especiales permanentes (rompiendo su equilibrio), con responsabilidades en el Poder Legislativo que tradicionalmente se decidieron en el Parlamento por estricta representación proporcional (hoy la oposición tiene 6 cargos en 12 y Lacalle impuso solo 3) con otros organismos que propone en Poder Ejecutivo, algunos con venia parlamentaria y otros no.
Para calibrar esta "mezcolanza" basta decir que entre los 33 cargos se encontraba el de una ignota Comisión mixta de mantenimiento de Puentes, que prácticamente no ha funcionado en medio siglo, pero se excluían cargos en organismos estratégicos como ANTEL, Colonización, Comisión Mixta de Salto Grande (CTM) y Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), hoy integradas por la oposición.
El FA, responsablemente, decidió no entrar en la provocación que pretendía hacerlo rechazar el "ofrecimiento" para dejar marginada a la oposición y responsabilizarla de no querer integrar los organismos.
Se decidió negociar sobre la base de objetivos principales y secundarios.
🔸El primer objetivo que era la línea roja que no podía traspasarse era asegurar el equilibrio en los dos organismos constitucionales de Contralor. Léase, el Tribunal de Cuentas (TCR) y la Corte Electoral (donde Lacalle pretendía bajar a 3 los representantes de la oposición en 9 miembros). Se consiguió en ambos organismos la paridad de miembros y presidencias neutrales (como en el período actual).
🔸 En segundo término, se reclamó que los 12 cargos de responsabilidad administrativa en el Poder Legislativo se definieran allí por representación proporcional como hasta ahora. En ese caso al FA le correspondería matemáticamente 5 cargos (42,42%) en 12. Aquí la coalición, seguramente por la diversidad de su integración y necesidad de repartija de cargos, fue inflexible y solo otorgó al FA un cargo en Senado, Diputados y Comisión Administrativa. Esto no tiene importancia numérica, es la violación de la tradicional (por lo menos en nuestros 3 períodos de mayoría parlamentaria) de distribución de todas las responsabilidades parlamentaria por estricta representación proporcional de votos en la elección de primera vuelta.
🔸 En tercer lugar, reclamamos y obtuvimos la presencia en Organismos claves para contralor, pero también para aportar a las políticas públicas a su cargo, como lo son ANTEL y Colonización (INC), de los cuales habíamos sido insólitamente excluidos ("casualmente" algunos de los artículos del proyecto de ley de Urgente Consideración se refieren a estos 2 organismos). Pero para obtenerlos, debimos resignar nuestra participación en otros, sin libre elección de los mismos.
🔸 El cuarto y último reclamo, era mantener como espejo lo que Tabaré Vázquez le otorgó a la oposición en este período de Gobierno, es decir, la presencia en todos los organismos (salvo los que tenían representación social) incluso en algunos como el BROU, con 2 representantes en 5, pero nuevamente aquí funcionó el tope de 34 (antes proponían 33 y se agregó el de la Corte Electoral) y no se nos permitió integrar organismos vinculados a la soberanía nacional como la CTM de Salto Grande, CARU, ni tampoco, probablemente SUCIVE, organismo creado por el FA e importante actor en la disminución de la siniestralidad vial.
En resumen, el FA negoció, no por cargos, sino en defensa de la calidad democrática, la transparencia, el contralor, las posibilidades de proponer mejor gestión en las políticas públicas y defensa del interés nacional y los avances logrados en estos 15 años. Y lo hicimos, representando a esa mayoría de gente que no eligió al próximo Presidente que llegará al Gobierno con menos del 50% de los votos, el porcentaje más bajo desde la implementación del balotaje.
Una última consideración, cuando en 2005 se dio por cerrado y fracasado el acuerdo, fue a principio de Mayo, luego de largas negociaciones encabezadas por el ya Presidente Vázquez y el motivo del rechazo del líder de la oposición, por aquel entonces Larrañaga, fue por no obtener 2 cargos en el BROU. Solo se podía otorgar 1 porque la carta orgánica del BROU en aquel momento exigía 4 votos para decisiones trascendentes (luego se modificó y se pudo integrar a 2 miembros de la oposición como se hizo en 2015). Ahora, el acuerdo se obligó a cerrarlo antes que Lacalle llegue a ocupar el sillón Presidencial.
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