Democratizando acceso a la educación
Por ALFREDO ASTI*
Hace pocos días se daba a conocer un dato elocuente en cuento a al potencial redistributivo de la educación y a los esfuerzos que se han venido realizando a nivel terciario universitario.
La Universidad de la República (Udelar) cuenta con diversas estrategias desplegadas en el interior del país a favor de la descentralización educativa, que apuntan a resolver la inequidad geográfica y avanzar en la socialización de la enseñanza terciaria.
Otro dato relevante es la inversión en obras y recursos para la Universidad de la República, que aumentó 285% en inversiones y 166% en remuneraciones en el período 2005 - 2018.
Pero lo más destacable es el crecimiento de la cantidad de estudiantes universitarios que son primera generación en su familia. El informe de la Dirección General de Planeamiento de la Universidad de la República refleja que hoy son el 48,6% del total de los estudiantes universitarios cuando en 1970 ese porcentaje era de 21,2%. De hecho, entre los nuevos estudiantes que se inscribieron en la Udelar en 2018, este porcentaje asciende al 54%, pasando a ser mayoría.
Por otro lado, según el sociólogo Nicolás Fiori, de la Facultadde Ciencias Sociales ‑citado en un reciente informe de prensa‑, el porcentaje de inscripción en la universidad de aquellos que finalizan el bachillerato no solo es alto, sino que se ubica en niveles del primer mundo.
A su vez, la presencia en la Universidad de la República de estudiantes provenientes de hogares de escasos recursos aumentó un 67% entre 2011 y 2018, mientras que la cantidad de alumnos de hogares con mayores ingresos lo hizo solo en un 8%, según datos de la Encuesta Continua de Hogares.
Asimismo, el incremento de nuevas carreras en diferentes departamentos permite que miles de jóvenes estudien desde su lugar de residencia o en zonas cercanas a sus domicilios, en la Udelar, en la UTEC y en carreras terciarias de la UTU, muchas veces coordinadas entre sí e, inclusive, en algunos casos impartidas en nuevos campus universitarios que las engloban.
En materia de descentralización educativa, los datos contenidos en el relevamiento continuo de estudiantes de grado realizado en 2018 por la Udelar indican que en los últimos seis años el flujo de ingreso de estudiantes a sedes del interior del país creció a un promedio anual de 15%, frente a una tasa total de crecimiento de 4,7%, lo que evidencia un progresivo desplazamiento del estudiantado hacia el interior del país, por tener mayores opciones para estudiar en su lugar de residencia.
Fuera de Montevideo estudian catorce mil jóvenes, que equivalen al 10,2% de la matrícula de la Udelar; en 2007, esa proporción era del 4%. La mayor cantidad de inscritos en el interior concurre al Centro Universitario Regional Litoral Norte, de Salto, con casi el 6% de la matrícula; el 3% se encuentra en el este, y un 1,3% en el noreste. Se destaca que desde 1999 no paró de crecer el porcentaje de alumnos que residen en el interior del país. Entre ese año y 2018, se pasó del 15% al 29%.
También se indica que la matrícula en la Udelar creció a una tasa anual promedio de 3,5% en los últimos seis años y, si se consideran solo los nuevos ingresos, el aumento anual promedio fue de 4,7%.
El año pasado hubo 17.680 ingresos, cifra que está a nivel de los países más industrializados. Cabe destacar que la población uruguaya de entre 18 y 21 años disminuyó desde 2016; sin embargo, en la Universidad más importante del país la presencia de alumnos de esa franja etaria se mantiene en incremento.
Cabe señalar también los cambios positivos que se observan en el eslabón más alto del proceso educativo, como es la educación terciaria universitaria, particularmente en la Udelar.
Capítulo aparte merecería la creación y crecimiento de la UTEC, su desarrollo y lo que implica para los estudiantes del interior tener carreras que solamente se dictan en esa Universidad, inclusive habilitando que algunos estudiantes de Montevideo vayan a estudiar al interior.
No hay mayor herramienta que contribuya a combatir la desigualdad que la democratización y la descentralización en la educación. El país ha avanzado mucho en este sentido. No nos conformamos, deberemos seguir transitando ese camino para asegurar una educación pública de calidad para todos y todas.
* Diputado de Asamblea Uruguay/Frente Amplio
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Uruguay tiene la mayor cantidad de estudiantes de su historia tras el esfuerzo en democratización y descentralización de la educación, inversión pública e infraestructura.