Por qué Danilo Astori y la 2121
Contamos con la confianza y experiencia que representa Astori. Necesitamos tu voto a Asamblea Uruguay. Creemos tener argumentos.
No se van a enumerar aquí los logros de los gobiernos del FA. Nos interesa reflexionar acerca de lo que han significado en este proceso los aportes de Asamblea Uruguay y de manera muy especial de Danilo Astori.
Sus aportes constituyen una sólida base para desplegar las posibilidades de crecimiento material y social, la estabilidad institucional, la solidez de nuestra democracia, la tranquilidad y la confianza que se trasmite cada día a los uruguayos en medio de un continente desgraciadamente convulsionado por crisis, inequidades, estallidos sociales y políticos, falta de libertades, represiones. No nos centraremos aquí en lo logrado en Uruguay sino en su futuro, en estos próximos años.
#AstoriEsConfianza, afirma Asamblea Uruguay en uno de sus hashtags de campaña. Más allá de lo que puede ser un recurso propagandístico, el concepto merece ser meditado especialmente.
Hay en el país quienes, en este contexto internacional y regional difícil, nos proponen abandonar un camino probado, responsable, con perspectivas reales de superación para los uruguayos, y sustituirlo por ciertas fórmulas, algunas que ni se conocen.
Ahí están, entre otros eslóganes (porque son eslóganes, no se las puede llamar propuestas): las leyes de urgencia de Lacalle Pou, que no se sabe en qué consisten; las promesas demagógicas que no pueden financiarse, como una supresión de gastos públicos solo posible sacrificando salud, educación y seguridad; la transferencia al mercado de funciones que solo el sector público puede ejercer y que son salvaguarda de los más débiles y de la estabilidad del país (¡miremos a Chile!); las erráticas campañas del candidato blanco y del colorado Talvi, que zigzaguean de derecha a centro, y a veces llegan hasta el centro izquierda para luego retroceder a la derecha pura y dura cuando advierten que deben cubrir el flanco por el que se les van votos hacia Manini; las peligrosas concepciones del ex comandante y de varios asesores que nos retrotraen a períodos siniestros de la vida del país. La lista puede ampliarse.
Todo eso es desconfianza. Más que nunca, hay que asegurar la confianza en el país. Esa que es capaz de trasmitir como nadie Astori, el que, siempre leal a la unidad de su Frente Amplio, supo construir aportando en la turbulencia de la crisis de comienzos de siglo y durante estos años de manejo responsable de la economía, con su insustituible contribución a los gobiernos frenteamplistas.
Danilo Astori no ha sido solo el que evitó peligros que vienen acechando en estos tiempos. Ha hecho, por encima de todo, una inmensa contribución a que Uruguay lograra algo muy difícil, que no ha sido posible en nuestra región: crecer y distribuir. Y en este sentido han resultado fundamentales transformaciones estructurales como la del sistema tributario, que de una imposición que hacía contribuir más a los que menos tenían, permitió no solo mayor justicia redistributiva (que debe seguir mejorando), sino estímulos a la producción que explican en gran medida el crecimiento de estos años y las posibilidades que en estos momentos se están gestando de nuevas inversiones y puestos de trabajo.
Valoremos lo que este rumbo -en el que tanto viene incidiendo Astori, que no es el economista del gobierno sino un político con estatura de estadista- ha significado para incrementar el prestigio del Uruguay como país serio, responsable, previsible, y para fortalecer un valor esencial a preservar en tiempos en los que está siendo amenazado en el mundo: la democracia. Uruguay se encuentra entre las diez democracias plenas en el planeta, y junto con Canadá, la única que en toda América puede exhibir esa situación.
Muchos han contribuido para que esto sea así. Obviamente que el reconocimiento a Astori debe ser extensivo al FA en su conjunto, a sus presidentes y gobernantes en los diferentes ámbitos y periodos. Él ha actuado como frenteamplista y en estrecho contacto con sus compañeros, y con la mente y el corazón junto a sus compatriotas, en primer lugar a los más débiles, a los que más se han beneficiado con los avances de ese crecimiento con redistribución.
En el próximo periodo de gobierno el Uruguay necesitará más que nunca a Danilo Astori y una fuerte bancada parlamentaria de Asamblea Uruguay.
Nos jugamos por Daniel Martínez presidente, por un Frente que, por la huella imborrable de Liber Seregni, sea pilar del sistema político en el próximo periodo, y por nuestro querido Uruguay y su gente, sin la cual ningún avance sería posible.
El parlamento necesita un estadista.
El Uruguay necesita a Danilo Astori.
ENTREVISTA
Astori: «El mundo nos mira con confianza porque tenemos las reservas internacionales más altas de la historia contemporánea»
Gustavo Carabajal
«Uruguay tiene una posición financiera muy sólida, cosa que la oposición ignora permanentemente cuando hace un análisis de la realidad económica nacional», señaló a La República.
Danilo Astori sabe que gran parte del partido de estas elecciones se juega en el terreno económico. Y que la línea que llevó adelante el país en los últimos 15 años en esta materia, tiene su marca registrada. Por eso se exacerba cuando escucha críticas despiadadas en la campaña.
«Uruguay tiene una posición financiera muy sólida, cosa que la oposición ignora permanentemente cuando hacen un análisis de la realidad económica nacional, lo cual desautoriza el análisis que puedan hacer de la economía, porque ignoran unos de los elementos fundamentales que el FA construyó, y es de las fortalezas más grandes que tiene el país para lograr la recuperación. Hoy tenemos las reservas internacionales más altas de la historia contemporánea», remarcó en entrevista con La República.
Uruguay tiene casi la mitad de su deuda pública expresada y nominada en moneda nacional, «el 95% de ella está concertada a tasa de interés fijo», lo que hace que la duración media de la deuda uruguaya sea de 14 años, «es decir, que se despeja cualquier problema financiero de corto y mediano plazo», agregó.
Resulta determinante además que Uruguay tenga salidas al mercado que «están operando al alza», según se vio en la última operación de deuda que permitió «cancelar pasivos de corto plazo y conseguir liquidez». El ministro recordó que hay bonos uruguayos emitidos a 2025 o a 2031 que «están cotizándose a 15 o 16% por encima de la par, eso se llama confianza, los bonos uruguayos tienen demanda internacional cotizando por encima de la media gracias a la confianza que inspira la economía del país».
¿Cómo se entienden entonces los comentarios de Azucena Arbeleche sobre la pérdida de grado inversor que trajeron tanta polémica?
Fueron desgraciados comentarios con los que discrepo totalmente, como ya lo hemos señalado desde el FA y el Ministerio. El grado inversor no se concede a pedido, sino que se obtiene con trabajo que genere y aumente la confianza en el país, y que al mismo tiempo muestre estabilidad y solvencia financiera. Cuando se decide la asignación de un grado inversor a un país no solamente se ve la actualidad, sino las perspectivas futuras que deben tener una resiliencia importante ante desequilibrios externos. Y lo que se comprueba en Uruguay, no es solo resiliencia sino confianza, ¿por qué se pagaría un bono que está emitido a muchos años a un 16% más? Porque hay confianza, esto es lo que tienen en cuenta las calificadoras de riesgo y crédito cuando emiten el grado inversor de un país.
¿Por qué cuesta verlo desde adentro del país y parece tan claro para los que ven de afuera?
Si algún analista internacional escucha que en Uruguay vamos a volver al FMI no lo cree, y fundamenta en contra, porque sabe cómo está funcionando el país. La empresa JP Morgan ha hecho un análisis de 72 países emergentes en el que están aquellos países que la oposición mira con admiración como Chile, y se han medido tres cosas: primero, equidad social, en segundo lugar factores ambientales y en tercer lugar la fortaleza de las instituciones, y Uruguay ocupa el primer lugar en esas mediciones, ascendimos del tercer lugar al primero, así nos ven y la situación dista por mejor de algún tipo de crisis del pasado.
De ganar la oposición, ¿se mantendrá la confianza del mercado?
Tenemos visiones muy distintas sobre el país, con un gran grado de incertidumbre en la oposición porque hay varios programas, de nuestro lado tenemos un programa claro, en la oposición hay varios programas, para llegar al gobierno hay que ganar la elección, y ¿cuál va a ser el programa que se va a aplicar de todos los que hay? Hay un candidato que tiene una ley de urgencia cuyo contenido no conocemos, el elector va el 27 de octubre sabiendo que hay un programa definido de un lado, y si gana el FA lo va a aplicar; y por otro lado no conoce el programa de una eventual coalición de gobierno. Hay mucha incertidumbre si llegara a ganar la oposición, porque lo único que tienen en común es que quieren sacar al FA del gobierno.
¿Qué hace falta para dar continuidad a las políticas públicas?
Los cambios en la sociedad no caen del cielo, no llueven buenas situaciones económicas, sociales y culturales, hay que construirlas con políticas públicas brindándoles al Estado el papel que tiene que asumir, y el gran desafío que el Estado tiene es construir políticas públicas que estén acordes a la sociedad.
Sin embargo, la oposición ve al gasto público como un problema insalvable.
El 80% del gasto público se ha destinado a mejorar las condiciones sociales de vida de los uruguayos y especialmente de los más necesitados, como el Sistema de Cuidados, consejos de salarios, salud, vivienda, regímenes laborales para trabajadores y trabajadoras, promoción de derechos humanos, todo eso no es despilfarro y tenemos que poner el acento en que los destinos del gasto han sido los correctos, pero trabajamos para aprovechar los recursos que tenemos que son limitados, para mejorar la calidad y establecer metas y análisis de resultados periódicos así como corregir los errores que se pudieron haber cometido, establecer compromisos de gestión en los que tenemos un ancho campo para avanzar y es una importante tarea a futuro.
¿Qué deberes tendrá que hacer el próximo gobierno para seguir creciendo?
Dar saltos en cantidad y calidad del trabajo es una de las prioridades fundamentales, y al mismo tiempo con esa base retomar niveles de actividad que el país ha sabido obtener para crecer, el objetivo está dirigido desde el punto de vista económico a la producción, a la actividad y al empleo.
EL RECONOCIMIENTO DE LA GENTE A DANILO ASTORI
«Estoy muy agradecido por quienes han reconocido el esfuerzo que realizamos con mucha convicción, el juez supremo es el pueblo, lo he vivido con alegría estas semanas recorriendo el país», indicó el ministro de Economía, y agregó: «Es un reconocimiento muy fuerte el que sentimos, y alentamos la renovación, porque es una base fundamental para seguir de cara al futuro para iniciar nuevas políticas públicas».
¿Se puede decir que hoy existe el astorismo?
Me gustaría referirme a un Frente Liber Seregni y no a un astorismo, hay una Asamblea Uruguay que ha quedado buscando alianzas que han funcionado y vamos a trabajar desde allí para crecer porque nos consideramos herederos del trabajo de Seregni, al que acompañé desde 1971, cuando compartí una fórmula presidencial con él y conozco los principios y responsabilidades. Ese es el equilibrio, que tiene que sobrevivir en el FLS con impulso de Asamblea Uruguay.
¿Cuál es el Astori que viene?
El trabajo del Senado es un trabajo que conozco bastante, tuve el honor de presidirlo y pondré todo lo que pueda desde mi capacidad de trabajo al servicio de la búsqueda del avance para la transformación del país.
«EN PLENA CRISIS DE 2002 SE PERDIÓ UNA PÁGINA DEL LIBRO DE ACTAS DEL BANCO CENTRAL»
Danilo Astori disparó contra los mecanismos de supervisión y regulación bancaria que tuvo la oposición en plena crisis de 2002 y comentó un dato singular. «En aquellos años, pasaron cosas insólitas en el país, llegó a faltar una página del libro de actos del Directorio del Banco Central y nunca apareció, ni se habló más de eso. Los mecanismos de supervisión y regulación bancaria tenían un funcionamiento absolutamente negativo», recordó.
Descarta por completo la versión que intenta imponer la oposición según la cual las circunstancias actuales de la economía son semejantes al 2002.
«La situación del país es radicalmente distinta -indicó-, porque en la crisis de ese año tuvo influencia el alto riesgo de exposición que teníamos a lo que pasaba en Argentina que fue muy importante, además de que en aquellos años pasaron cosas insólitas en el país».
«Hoy Uruguay tiene una red de estabilidad financiera que ha construido a través de políticas públicas que hacen imposible repetir una situación de este tipo, no existe exposición al riesgo argentino desde el punto de vista financiero y el país tiene un sistema bancario sólido que configura una situación radicalmente opuesta a la de la crisis del 2002», agregó.
Por este motivo remarcó que los discursos de campaña que buscan anunciar una vuelta al FMI tienen «mucha mala fe» o «un desconocimiento profundo de la realidad económica nacional».
"La confianza de los mercados es un capital intangible muy importante que tiene el país, y nos sirve para explicar no solo el avance que ha tenido Uruguay en estos 15 años, sino los derechos fundados para tejer buenas esperanzas para el futuro, recuperación del crecimiento y Logrando resultados fiscales más equilibrados"