Ayer los líderes opositores confirmaron el rejunte: sin programa, todos contra el FA

Desde el principio de la campaña el candidato colorado Ernesto Talvi había insistido en que tiene coincidencias no solo con el Partido Nacional y el Partido Independiente, sino incluso con el “ala socialdemócrata” del Frente Amplio, incluidos elogios a varias figuras del gobierno (de lo que luego se arrepintió). Sin embargo, en la recta final de la campaña, el candidato tuvo que salir a la cancha a “aclarar” de qué lado del mostrador se encuentra el Partido Colorado.

Dijo ayer que “el país necesita un proyecto que vamos a construir en conjunto con (...) los partidos de oposición”. (O sea, dicho sea de paso, que el proyecto no está construido...)

Y tras señalar que no será condescendiente con Guido Manini Ríos “si tiene delirios autoritarios” (menos mal), aclaró que eso “no quiere decir que no se pueda construir una coalición” con el militar.
Sin programa, con el único propósito de sacar al Frente del gobierno (o sea, hacer retroceder las conquistas de estos años), la oposición juega su última y desesperada carta.

Se cayeron las caretas: como dijeron Lacalle Pou y Sanguinetti, y terminó de aceptar Talvi, habrá coalición también con Manini. Y con Novick y con todos los que se presten para el rejunte contra el único proyecto que se ha propuesto desde el inicio en la campaña electoral: el del Frente Amplio.