Candidatos opositores: critiquen al FA, pero hagan propuestas y no digan falsedades
Los candidatos de la oposición dicen falsedades sobre la incidencia de las tarifas y los impuestos en el nivel de vida de los uruguayos. Éste no ha dejado de aumentar durante los gobiernos del FA.
Una de las mayores falsedades reiteradas por los candidatos de la oposición consiste en hacer creer que los precios de las tarifas públicas y los impuestos son una carga que cada vez aplasta más al poder adquisitivo de los salarios y pensiones de los uruguayos.
Es exactamente al revés: el salario y las pasividades no han dejado de crecer durante los gobiernos del Frente Amplio. Se hace referencia a los salarios y pasividades reales descontada la inflación, es decir, a su poder de compra, o poder adquisitivo.
Los gráficos que acompañan este comentario, con datos verificables en las estadísticas oficiales y de organismos multilaterales, indican que el uruguayo medio ha aumentado sistemáticamente su capacidad de adquirir bienes y servicios.
En uno de los gráficos se muestra, a modo de ejemplo, cómo fueron aumentando la cantidad de nafta y de leche que se puede comprar con el salario mínimo, salario que, al igual que el salario medio, el ingreso medio de las familias y las jubilaciones y pensiones (que han crecido en igual proporción que los salarios) fue aumentando a lo largo de los gobiernos del FA, como lo ilustra otro de los gráficos, referido al salario real (o sea, descontado el efecto de la inflación).
Y sobre los impuestos, los candidatos opositores omiten que desde la reforma tributaria de 2007 ha mejorado sustancialmente la equidad, que a veces se mide con el llamado índice de Gini (que decrece cuanto mayor es la equidad). Pero la mejor demostración de que la carga impositiva no ha abatido sueldos y pasividades lo da la evolución de éstos en los años de gobiernos del FA, como lo ilustra el gráfico sobre el salario real en los gobiernos posteriores a la dictadura.
Los representantes de la oposición tienen todo el derecho a criticar la política del Frente. Incluso tiene derecho a no presentar políticas alternativas, a no mostrar propuestas y programas: tienen bastantes diferencias entre ellos para ponerse de acuerdo.
Pero no es ético reiterar falsedades, desmentidas no solo por los datos estadísticos de ingresos, sino por los del consumo de los uruguayos. Entre los hechos más relevantes que se ignoran desde la oposición figuran la caída de la pobreza y la indigencia y el incremento de la clase media, además de las notorias mejoras en la distribución.
Finalmente, habría que recordarles a los candidatos opositores, aunque no puedan ponerse de acuerdo en un programa único y sustentable, que cuando proclamen alguna de sus pocas medidas de gobierno, demuestren que son realizables sin castigar a la población. Por ejemplo, demuestren que se puede abatir el déficit en 900 millones de dólares (como dijo Lacalle Pou) o en mil (como sostuvo Talvi) sin afectar seriamente los recursos para áreas fundamentales para la sociedad, como la educación, la salud y la seguridad. Porque no hacerlo es también una manera de incurrir en falsedades.
Para continuar avanzando y para encarar lo mucho que aún queda por hacer, es fundamental asegurar el rumbo que ha permitido crecer, mejorar sustancialmente los ingresos de los uruguayos y distribuirlos más equitativamente. Eso estará en juego el domingo 27.