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Jueves, 10 09 2020
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ASTORI

Astori: Es “absolutamente imposible” que el gobierno cumpla con sus metas económicas y los recortes pueden generar “destrozo feroz”

Astori opinó que en los próximos meses se producirá un “descontento social importante” y que el Frente Amplio no podrá ofrecer la “misma contención” que en la crisis del 2002

Se transcribe textualmente la entrevista publicada en Búsqueda nº 2088 – 9 al 15 de setiembre de 2020 Ilustración: Facsímil de parte del encabezamiento de la nota. La foto es de Javier Calvelo

Danilo Astori no necesita presentación. Es de los pocos líderes políticos uruguayos que nadie desconoce, sea para bien o para mal. La economía de los 15 años de gobiernos consecutivos del Frente Amplio lleva su firma. Una vez vicepresidente, dos, ministro de Economía, siempre estuvo a cargo de un área sumamente sensible para cualquier administración. Eso le ha generado aplausos y críticas, pero nunca silencio. Para halagarlo o para cuestionarlo, para responsabilizarlo de los éxitos o de los fracasos de ciclo frenteamplista, a Astori siempre se lo escucha.

Y hacía un tiempo que, por motivos de salud, no se podía conocer su punto de vista sobre los temas de actualidad. Recluido en su casa, se está recuperando de una larga internación hospitalaria, lo que no le permite tener apariciones públicas. Pero ayer miércoles, de tarde, atendió a Búsqueda por teléfono durante poco más de media hora.
Con la voz todavía un poco pausada y apagada, el actual senador y líder de Asamblea Uruguay analizó el proyecto de Presupuesto quinquenal presentado por el gobierno de Luis Lacalle Pou y opinó que es “absolutamente imposible” que cumpla con sus pronósticos de crecimiento económico, además de que puede generar “un destrozo feroz en el país” por los recortes de gasto que plantea.

Como consecuencia, vaticinó que en los próximos meses se va a producir “un descontento social muy importante” y que el Frente Amplio no podrá ofrecer desde la oposición “la misma contención” que logró en la crisis de 2002.

Sostuvo además que el actual gobierno “le faltó el respeto” a la administración anterior, encabezada por Tabaré Vázquez, y que “ha manejado conceptos equivocados, ha tergiversado cifras y sobre todo ha ignorado logros”.

—¿Qué evaluación realiza del proyecto de ley de Presupuesto quinquenal?

—Antes de entrar en ese proyecto, quisiera decir que me disgustó mucho la actitud del actual gobierno en el sentido de poner mucha distancia con respecto al anterior y de no crear un clima de respeto, de cooperación. Estamos hablando de dos visiones distintas de país, pero el gobierno actual no ha sido justo en la evaluación del anterior. Ha manejado conceptos equivocados, ha tergiversado cifras y sobre todo ha ignorado logros.

—¿Considera que el gobierno actual le faltó el respeto al anterior?

—Sí, en muchas ocasiones. Le faltó el respeto haciendo una evaluación equivocada de los logros que obtuvo, muchas veces sometiéndolos a comparaciones que no tenían nada que ver, manejando conceptos erróneos y difundiendo conscientemente cifras equivocadas. Esa es una reflexión política que quería hacer de forma introductoria. Sobre el Presupuesto, está jugado a tres líneas: a un crecimiento importantísimo de la economía uruguaya, a una disminución del gasto público y al aporte de empresas públicas que por la vía de una mejora de su gobernanza puedan realizar una mayor contribución para lograr las metas que se proponen. A mí me parece que son tres líneas que se van a ver frustradas en la práctica porque no tienen en cuenta, por ejemplo, las dificultades externas. El panorama externo no ha sido bien estudiado por este gobierno y es muy complicado e incierto. Tampoco ha tenido en cuenta dificultades internas, porque ya está visto que los integrantes de la coalición multicolor están haciendo su juego político y ese juego va a conspirar contra el monto de las cifras a las que se pretende llegar.

—¿Descarta que se logren los objetivos planteados?

—Conseguir el crecimiento que están proponiendo es absolutamente imposible porque tendrían que mantener un ritmo de aumento de la actividad que el país no está en condiciones de obtener ahora. En segundo lugar, están proponiendo una disminución del gasto del gobierno central que tampoco están las condiciones para obtener. Donde más se puede disminuir es donde más se necesita, como por ejemplo, la seguridad, la educación y la salud. Donde más se necesitan vínculos laborales, ellos proponen cortarlos y si proceden de esa manera, se va a originar un destrozo feroz en el país. Con respecto a lo de las empresas públicas, no veo que haya propuestas de alteraciones de gobernanza que permitan disponer de los recursos necesarios como para crecer a la velocidad que propone el gobierno. El crecimiento además está jugado a un papel importante de la inversión privada, que es muy difícil de lograr.

—El Poder Ejecutivo asegura que muchas de estas medidas de ajuste son consecuencia de la herencia de la administración anterior, con un déficit fiscal muy elevado. A su vez, las proyecciones que realizó el gobierno que usted integró como ministro de Economía en su Presupuesto quinquenal, fallaron. ¿Qué responde a eso?

—Hicimos todo lo posible por bajar el déficit fiscal pero sin renunciar a las finalidades que fundamentalmente tenía el gasto público, de mejorar las condiciones de vida de la población. Cuando fui ministro puse mucho el acento en no perder la finalidad del gasto, porque el 80% tiene un destino social. Al mismo tiempo, puse mucha atención en mejorar la calidad del gasto e instalamos organismos especializados para trabajar sobre el tema. Eso ha sido eliminado hoy por la coalición multicolor, lo que nos impide tener mejor información, más transparencia y darle la importancia real a cada institución. Nos dicen que nosotros no controlamos el déficit fiscal, lo cual no es verdad, y al mismo tiempo desmantelan las instituciones creadas para mejorar la calidad del gasto, lo que afecta directamente el déficit fiscal. Es contradictorio.

—¿Considera que hay un cambio de modelo económico o que se mantiene el seguido por los anteriores gobiernos?

—Visiones distintas hay. Acabo de comentar una de ellas. Nuestra posición frente al tema fiscal y las necesidades de la gente es bastante distinta a la que aplica la coalición multicolor. Igual hay una parte que sí se asemeja entre las dos prácticas de política económica, que es la que refiere a la base del orden macroeconómico. Esto es la coherencia entre la política fiscal, la monetaria y la de los ingresos. Asegurar ese orden y esa coherencia es lo que está haciendo el gobierno actual y lo que hizo el anterior, aunque con finalidades y visiones distintas y también con logros distintos. En el marco de ese orden, Uruguay consiguió una fortaleza financiera que es prácticamente ignorada por el actual gobierno. Uruguay tiene un alto porcentaje de deuda en moneda nacional, tiene reservas internacionales que están llegando a los 14.500 millones de dólares, creció 80% en su Producto Bruto Interno durante el transcurso de los tres períodos de gobierno del Frente Amplio y está a la cabeza de la distribución en América Latina.

—¿Qué tipo de oposición le parece que debería asumir el Frente Amplio?

—No conozco otro tipo que conversar, dar testimonio de nuestras opiniones, ser sinceros, tomar por ejemplo el Presupuesto y analizar las líneas a las que está jugado y en cada situación en la que tenemos coincidencias decirlo. Acabo de dar una con respecto a los equilibrios macroeconómicos. Al decir lo que sentimos, estamos colaborando para construir un espacio de diálogo que el país necesita. Una cosa fea que le puede pasar a Uruguay es que se agrande la distancia, la brecha entre las dos visiones y se pierda respeto, valorándose mal al otro. Nadie está solicitando que se renuncie a la visión que se tiene. Lo que se pide es respeto.

—En referencia a esa “brecha” creciendo a la que se refiere, ¿le preocupa que en el corto plazo haya un descontento social importante y difícil de canalizar a nivel político?

—Por este camino vamos a un descontento social muy importante. Como dije al principio de la entrevista, el Presupuesto está basado en tres líneas y una de ellas es la de recortar de una manera muy abrupta e inconveniente el gasto público, que corresponde al Estado concretar de la mejor calidad posible para atender las necesidades de la gente. Eso no va a ocurrir y eso va a generar descontento social y me preocupa mucho.

—En el año 2002 se vivió un escenario de estallido social muy complicado. ¿Teme que se repita algo similar?

—Sí, puede haber problemas muy importantes. Pero la situación de 2002 es incomparable con esta porque aquella fue una crisis financiera y bancaria que se solucionó eligiendo el mejor camino que se podía haber elegido. Esta es una crisis donde están en juego y en duda los tres factores fundamentales del Presupuesto, por los que el gobierno pretende sacar al país de una situación económica supuestamente mala. Así que la diferencia es importante.

—¿Es el mismo Frente Amplio el de aquel momento que el de ahora?

—Sin duda no es el mismo Frente Amplio. En aquella oportunidad, estaba por llegar por primera vez al gobierno y, si bien había algunas diferencias internas, el punto de vista fundamental de acuerdo fue el que operó en la práctica.

—¿Es más difícil que el Frente Amplio pueda lograr hoy la misma contención que generó en 2002?

—Es así. Porque además la composición interna del Frente ahora es distinta.

—Si se tienen en cuenta las últimas encuestas, parece que en Montevideo es mayoría y es probable que gane en las elecciones municipales el discurso más confrontativo dentro del Frente Amplio. ¿Qué opina sobre eso?

—Veremos qué pasa con los resultados de las encuestas. El último elemento fundamental lo vamos a tener el día de la elección. En el sentido de las posturas más confrontativas que otras, reitero mi apoyo a Daniel Martínez, que por lejos lo considero el mejor candidato. Lo estoy valorando, por ejemplo, desde el punto de vista de las obras, su realización y su supervisión. No hay otro como Daniel Martínez. No conozco a nadie que sepa tanto del rubro inversiones como necesita la Intendencia de Montevideo.

—Si no gana Martínez, ¿puede haber un corrimiento del Frente Amplio hacia un perfil más confrontativo y una pérdida de poder de los moderados?

—No voy a calificar ni de moderado ni de confrontativo a ningún compañero, pero que Daniel representa una visión del Frente Amplio que yo comparto políticamente en una totalidad es evidente. Así que contesto afirmativamente a la pregunta.

—El Frente Amplio todavía no ha realizado una autocrítica de su derrota electoral, pero algunos dirigentes importantes ya se han manifestado. Desde ese punto de vista, ¿comparte lo dicho por el exintendente de Canelones Yamandú Orsi, que en una entrevista con Búsqueda ubicó a Tabaré Vázquez como uno de los responsables, entre otros factores?

—Ahí hay dos aspectos. En primer lugar la autocrítica y en segundo lugar la mención a Tabaré Vázquez. Sobre la autocrítica, sería un error muy grande hacerla antes de las elecciones municipales. Hay que esperar a después de esa instancia y ahí sí hacer la autocrítica más sincera que se pueda. Sobre la mención a Vázquez, creo que es una mención para identificar su gobierno, no para responsabilizarlo personalmente de la derrota. Por más que no hagamos autocrítica ahora, me parece que está bien asumir desde ya que hemos cometido errores importantes.