¿Es bueno cambiar?
Uruguay lleva 15 años continuos de crecimiento con equidad, diferenciándose claramente del resto de la región, precisamente por esa doble dimensión: crecimiento y equidad.

Algunos países han crecido, pero no lo han hecho con equidad e inclusión, otros han caído en recesión o crisis, otros sufren crisis políticas por la sucesión o la alternancia, pero en general todos tienen inestabilidad económica, social o política, muchas veces combinadas. Basta recordar los distintos problemas de Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Venezuela, etc. y ver que nuestro país los ha eludido y no por casualidad, sino por causalidad: se lleva adelante un Proyecto Nacional de Desarrollo que no ha dejado a nadie en el camino y ha construido confianza, fortalezas económico-financieras, paz social y democracia plena, reconocidas mundialmente.
¿Qué se quiere cambiar entonces?
¿El crecimiento?, ¿La equidad?, ¿La inclusión?, ¿La baja de la pobreza de 40 al 8%?, ¿La formalización y los derechos de trabajadores más vulnerables (como domésticas y rurales)?, ¿La fuerte apuesta a la Negociación Colectiva y a los Consejos de Salarios para posibilitar el crecimiento real de todos los salarios y pasividades y mejores condiciones de trabajo? ¿Las prioridades en inversiones en Educación, Salud, Seguridad, Protección Social, Sistema de Cuidados?, ¿La apuesta a la tecnología y su accesibilidad universal (Plan Ceibal, Plan Ibirapitá, Internet hogares, fibra óptica, cable submarino, centro de datos, digitalización del Estado, y muchos etc.)?, ¿La equidad de un sistema tributario que prioriza los impuestos directos, que tienen en cuenta la capacidad contributiva de cada uno, contra los regresivos impuestos indirectos como los de consumo que no la tienen ? ¿La descentralización en la Educación (UTEC, regionales de UDELAR y UTU), en la Salud como los hospitales de Tacuarembó, Colonia, etc.? ¿El creciente apoyo a los Gobiernos Departamentales y Municipios y la presencia y despliegue de Ministerios y Empresas Públicas en todo el territorio?, ¿La vigencia y ampliación de la agenda de derechos sin exclusiones, ni discriminaciones?
Se pueden poner muchos más ejemplos y preguntar si son éstos los avances que se quieren cambiar.
En su documento común, los líderes de los partidos de la coalición, sin mucha consulta democrática, ya que son sólo un agrupamiento electoral sin ningún sentido de pertenencia, ni coincidencias salvo sacar al FA del gobierno (y sus avances), pero sí con la expectativa de dividirse esas responsabilidades de gobierno, firmaron uno a uno con el candidato opositor, un documento de intenciones, sin decir el cómo ni el cuándo las llevarán a cabo. Muchas son contradictorias con lo que dijeron en su campaña hacia Octubre, otras son contradictorias con las propias propuestas de sus integrantes, la mayoría son lugares comunes que hasta el FA puede apoyar, porque dicen impulsar o profundizar políticas que ya se están aplicando (a muchas de ellas se opusieron y no dieron sus votos y otras no las aplican donde son Gobierno Departamental o las rechazaron cuando fueron Gobierno Nacional).
Otras son rechazables orientaciones que van en contra de la equidad en temas impositivos (eliminación de Impuestos a grandes patrimonios e ingresos como el de Primaria rural o el IASS), presupuestales (aumento a militares), etc. Y por último, formulaciones ambiguamente peligrosas como la "solución" del déficit fiscal, la independencia de la Fiscalía, o, casualmente en estos días de reclamos, que proponen "adecuar" Colonización a las necesidades actuales.
Si se trata de cambiar para mejorar los resultados en Educación, Seguridad y en todos aquellos debes que aún tiene este gobierno: decimos SÍ, pero para ello debe hacerse preservando los logros alcanzados en beneficio de la gran mayoría de los y las uruguayas.
Si se trata de cambiar para retroceder en Derechos, Inclusión, distribución del ingreso, etc. decimos un rotundo: ¡NO!
La alternativa es clara, los ejemplos regionales nos muestran lo que sucede cuando se cambia el rumbo. No son comparaciones odiosas como quieren hacernos ver, también lo son con nuestra historia reciente, de los años 90 e inicios de los 2000.
Por ello, hoy, a pocos días de un día decisivo para el futuro de nuestro país, los invito a pensar, con la mano en el corazón, qué país quieren y cuáles son los cambios que se proponen. Se puede cambiar para bien, o se puede cambiar para mal.
El Frente Amplio es quien levantó la bandera del cambio y es quien ha venido trasformando este país que hoy es más justo, más equitativo e inclusivo, y es, de la mano de Daniel Martínez, que juntos podemos, corrigiendo errores, seguir cambiando y transformando a Uruguay en un mejor país para todos y todas, sin exclusiones.
#MartínezPresidente