El 24 de noviembre decidimos sobre qué futuro queremos para Uruguay
Por ALFREDO ASTI
Lo que está en juego son dos modelos de país: el que propone Martínez que trae certezas y el que propone la oposición que sólo trae incertidumbre.
Lo que está en juego son dos modelos de país: el que propone Martínez que trae certezas y el que propone la oposición que sólo trae incertidumbre.
El 27 de octubre, la ciudadanía se pronunció en una primera vuelta electoral dando mensajes claros:
-Quiso una segunda vuelta para elegir Presidente
-Ratificó al FA por quinta vez consecutiva como la mayor fuerza política del país, pero a su vez, y a diferencia de las últimas tres elecciones, no le otorgó mayoría parlamentaria
-Dividió sus preferencias parlamentarias entre muchos partidos
-Por mayoría estrecha rechazó, por su forma, una Reforma Constitucional por la Seguridad, pero dio una clara señal por parte de integrantes de todos los partidos por su preocupación por el tema y la necesidad de continuar buscando respuestas eficientes a esa problemática
CERTEZAS O “CAMBIOS" INCIERTOS
El próximo 24 de noviembre nuevamente la ciudadanía está convocada, pero ahora para decidir solo sobre Presidente y sus propuestas para los próximos 5 años. Esto debe hacer pensar mucho a todo ciudadano que deba emitir su voto. No se votan partidos, ni conocidos a cargos parlamentarios, se votan proyectos, se vota por certezas de rumbo conocido o "cambios" inciertos.
De un lado están las cúpulas de 5 partidos políticos, quienes tienen como un único objetivo común, sacar al FA del Gobierno (y con ello todos los avances en equidad e inclusión y en derechos que se han obtenido), para ponerse en su lugar. ¿Quiénes se beneficiarían si lo logran? Aquellos que siempre estuvieron detrás del poder antes de 2005. ¿Quiénes perderían si lo logran? Las grandes mayorías y algunas minorías que fueron postergadas hasta 2005.
Del otro lado, la mayor fuerza política del país desde 1999, organizaciones sociales, y deberían estar todos quienes se beneficiaron en estos 15 años de políticas públicas que aumentaron todos los salarios y pasividades en forma real (sobre todo los más bajos), los que se benefician con su inclusión en la educación, la salud, la vivienda, la protección social, las familias que obtuvieron una Ceibalita o una Ibirapitá, los que pudieron ingresar a la UDELAR y a la nueva UTEC en muchos zonas del país, y hacerlo cerca de su residencia, los y las trabajadores domésticas y rurales que adquirieron derechos, los que acceden al apoyo de Sistema Nacional de Cuidados, o a los medicamentos de alto precio financiado por el FNR u operados de cataratas en el Hospital de ojos en forma gratuita, los investigadores, los emprendedores, etc. Es decir, los que accedieron a Derechos antes negados y a los cuales no accedieron por casualidad u obra divina, sino por políticas públicas implementadas que priorizaron a los sectores más vulnerables, pero que también beneficiaron a quienes, desde el sector empresarial, asumiendo riesgos, utilizaron sus capacidades comerciales, industriales y de servicio, para atender a una demanda aumentada por la mayor capacidad de compra de cientos de miles de trabajadores y pasivos.
Pero también deben pensar no solo la situación del país y los cambios positivos que se han realizado en estos 15 años continuos de crecimiento con equidad, sino lo que se ha evitado y lo que debemos seguir evitando. ¿Acaso no se preguntan por qué, pese a estar en la misma región y tener los mismos vientos a favor y en contra, Uruguay no ha caído en la crisis en la que cayó la Argentina de Macri, el descontento social que explotó en el Chile de Piñera y en el Ecuador de Moreno, la inestabilidad del Brasil de Bolsonaro, o la recesión en Paraguay? Uruguay en todos estos años siguió creciendo mucho o poco, pero nunca paró de crecer.
¿Acaso la oferta del 24 de noviembre de esa coalición opositora multicolor, sin programa común previo, podrá evitar esos problemas? o, por el contrario, si triunfan ¿no iremos hacia ellos en forma acelerada?
INTENTO DE ACUERDO MULTICOLOR
Se ha presentado el borrador del acuerdo. La mayoría de los puntos tienen tal generalidad que podrían ser apoyados incluso por el FA, ya que se basan en profundizar políticas públicas llevadas adelante por los 3 Gobiernos del FA (solo como ejemplo la prioridad en la primera infancia, la lucha contra la violencia de género, el despliegue de la Guardia Republicana o las medidas socio educativas para los presos). Es extraño que para quienes encuentran todo mal, propongan cosas ya implementadas que muchas veces no votaron o criticaron. ¿Podrán hacerlo mejor?
Otro ejemplo es que el borrador expresa vagamente la voluntad de bajar el déficit fiscal, objetivo que compartimos. No obstante, la diferencia radica en la forma de llevar adelante las medidas que logren dicho objetivo. Allí estarán, seguramente, las diferencias sustanciales entre nuestras propuestas ya explicitadas y las de la coalición multicolor.
Otros aspectos son tan puntuales que parecerían ser solo para satisfacer exigencias de socios, pero que se oponen al sentir de la mayoría de la ciudadanía, como la cadena perpetua revisable y la creación de más liceos militares.
Pero también, hay muchas propuestas y objetivos ocultos o disfrazados de manejo presupuestal o fiscal que pueden tener importantes impactos en la calidad de vida de la gente, sobre todo de los más humildes o de quienes se vieron beneficiados por la agenda de Derechos. Y éstas, pese a lo difuso de su enunciación, son las que se asemejan a las propuestas fallidas de Macri o a las más peligrosas de Bolsonaro.
VOTO A VOTO
Es claro que el Frente Amplio debe dar mejores respuestas en determinadas áreas, si bien sigue siendo la mayor fuerza política del país desde hace 20 años, hay quienes se sienten decepcionados y no lo votaron en octubre. A ellos, y a todos, debemos llegar con nuestro mensaje, voto a voto, mostrándoles la importancia de no arriesgar todos los avances y conquistas de estos 15 años de gobierno frenteamplista que son reconocidos a nivel internacional.
Este 24 nos jugamos el destino del país, nos jugamos continuar por la senda de crecimiento con inclusión y por el camino de seguir avanzando en la agenda de derechos o por poner en riesgo todo lo alcanzado. Están en juego dos modelos de país: uno que trae certezas y otro que sólo trae incertidumbre. No tiremos por la borda la estabilidad alcanzada por el país y continuar con un gobierno que piensa y gobierna a favor de las grandes mayorías.
#VotoAVoto por #MartínezPresidente
Artículo del diputado Alfredo Asti publicado en su cuenta de facebook
https://www.facebook.com/notes/diputado-alfredo-asti/el-24-de-noviembre-decidimos-sobre-qu%C3%A9-futuro-queremos-para-uruguay/2859988267367100/