El 27 aseguremos nuestro camino de crecimiento, equidad, libertad, paz, convivencia
Miremos lo hecho y lo que falta. Pero también veamos que ha sucedido con otras experiencias políticas, económicas y sociales.
Es bueno mirar lo que nos sucede para optar en una elección. Pero también es necesario mirar más allá de fronteras, porque formamos parte de un mundo que nos plantea retos muy difíciles. También aprendiendo de lo que sucede en él es que podremos continuar construyendo justicia y libertad.
IMPOSIBLE NO MIRAR A CHILE
Hoy, es imposible no mirar hacia un país hermano conmovido por una situación de la que ojalá pueda salir lo antes posible. Las protestas en Chile llevaron a que el gobierno impusiera la declaración de emergencia para confiar al Ejército el control de la situación en Santiago y las regiones de Valparaíso (centro), Concepción (sur), las comunas de Coquimbo y La Serena, en la región de Coquimbo (norte) y la comuna de Rancagua, O'Higgins (centro). En Santiago, se desplegaron ayer 1.500 militares más, hasta un total de 9.441. Tras sofocar las llamas de uno de los supermercados saqueados, las autoridades encontraron dos cuerpos calcinados y otra persona en muy malas condiciones que fue trasladada a un hospital y falleció. Fueron las primeras víctimas mortales de esta cadena de episodios en el hermano país.
Si bien las manifestaciones tuvieron como detonante la subida del boleto del metro, medida que el presidente Piñera tuvo que dejar sin efecto, en estos acontecimientos se ha expresado, según resume la agencia EFE, “el descontento de parte de la sociedad por el sistema de pensiones chileno, administrado por empresas privadas, el coste de la salud, el deficiente sistema público de educación y los bajos sueldos en relación con el coste de la vida”. Agrega la agencia que “el hartazgo llega al punto de que la deriva violenta de este fenómeno encuentra justificación en algunos ciudadanos, pese a que no participen en los actos vandálicos”. “Queremos jubilaciones dignas y una educación buena para nuestros hijos y eso no se está diciendo" por parte del gobierno, sintetizó una mujer al mismo medio de comunicación.
Suele ponerse a Chile como ejemplo de crecimiento, en contraposición al supuesto fracaso de Uruguay. Así lo han hecho Ernesto Talvi y otros dirigentes de la oposición, de varios partidos. Es cierto que Chile mantiene varios indicadores buenos en la comparación latinoamericana. Pero no se dice que en los últimos años el país trasandino perdió el primer lugar en cuanto a producto interno bruto (PIB), que ahora corresponde a nuestro país. Y menos se ha dicho que, a diferencia de Uruguay, que ha logrado avances insuficientes pero importantes en materia de equidad, siendo el país mejor ubicado en esa materia en América Latina, Chile tiene uno de los índices Gini (que mide la inequidad de una sociedad) más altos del continente. Y que si bien en materia de educación han logrado mejoras en ciertos aspectos, el sistema es uno de los más injustos en cuanto al acceso de los jóvenes al mismo. En esto también Chile está detrás de Uruguay, pese a los desafíos que tiene nuestro país en cuanto a abatir altas tasas de deserción en la enseñanza media y problemas de contenido educativo que constituyen un reto a superar en el próximo gobierno del FA.
IMPOSIBLE NO MIRAR LA REGIÓN
Sería un despropósito negar lo que hemos avanzado. Nuestro camino no ha sido el de los gobiernos de derecha de la región, como el de Macri, o el amenazante rumbo de Bolsonaro. Tampoco hemos ido por el populismo que llevó a grandes crisis políticas y humanitarias, como la de Venezuela, que irresponsablemente algunos pretenden “resolver” con una invasión militar, el bloqueo -que tanto ha afectado a Cuba, con cuyo pueblo (no con su sistema) nos identificamos- y el desconocimiento del derecho internacional.
El camino de Uruguay, con el Frente Amplio y gracias al Frente Amplio, ha ido por otro lado. Ha tenido su propio rumbo, ha sido el del crecimiento con equidad, el del fortalecimiento de las libertades y los derechos ciudadanos, el de la apertura al mundo y la defensa de nuestros intereses, buscando la sustentabilidad y la protección del medio ambiente.
Sí, nuestro camino es el del crecimiento, la equidad, la libertad, la paz, la convivencia. Continuar por este rumbo, para “mantener lo bueno” pero para “hacerlo mejor”, es lo que se someterá al veredicto de la ciudadanía el próximo domingo.
Para eso es necesario mirar a nuestra comarca, pero también mirar al mundo y valorar lo que vamos logrando. No lo arriesguemos.