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Miércoles, 19 05 2021
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27 Aniversario

Astori: Asamblea Uruguay deberá involucrarse profundamente en la renovación que queremos para todo el Frente Amplio

En el FA “necesitamos una renovación ideológica que tome a la realidad nacional como punto de referencia y asegure nuestra cercanía con las aspiraciones y las esperanzas de la gente”

La acumulación política por la que tendremos que trabajar requerirá revertir la excesiva e inexplicable atomización sectorial FOTO: Comunicación 2121

Este 19 de mayo, al cumplirse el 27 aniversario de Asamblea Uruguay, su máximo dirigente, Danilo Astori, envió un mensaje por video a los integrantes del sector. Se transcribe seguidamente la versión de sus palabras.

Cumplimos 27 años y lo conmemoramos comunicándonos por vía digital. Pero la emoción, el orgullo y el recuerdo de nuestra trayectoria en este período están intactos. No se ven empañados por la presencia restringida. No obstante, qué distinto fue el contexto fundacional al que tenemos hoy, en un país azotado por la pandemia que sufrimos y sus consecuencias sobre el sistema político, el mundo del trabajo y nuestras condiciones de vida. Ayer, nació Asamblea Uruguay como parte de un Frente Amplio en crecimiento que buscaba renovar su estructura orgánica y recibía el planteo de un grupo de independientes que quería hacerse oír en la toma de decisiones. Hoy, también está planteada la renovación orgánica del Frente Amplio en un escenario de confrontación entre el gobierno y nuestra organización partidaria.

Durante nuestra historia hemos tratado de ser fieles a un conjunto de valores y principios que encuentran su apoyo fundamental en el legado de Liber Seregni, y particularmente su vocación por la mirada estratégica y la postura responsable. Es lo que nos llevó siempre a asignar prioridad al interés nacional, por encima de eventuales ventajas partidarias, sectoriales y personales. Hoy, esa vocación por el interés nacional requiere la práctica de una oposición responsable que, sin renunciar a la defensa de nuestra visión sobre la realidad nacional, nos permita estar siempre disponibles para la búsqueda de acuerdos que, más que nunca, son imprescindibles para enfrentar a un enemigo común e implacable con efectos devastadores sobre todas las áreas relevantes de la sociedad: la economía, la política, la salud, la educación, la seguridad pública.

Al mismo tiempo, militamos para que el pueblo uruguayo tenga el derecho a pronunciarse sobre un conjunto de disposiciones contenidas en una ley que constituye un verdadero abuso acerca de las capacidades y potestades parlamentarias, obligando a nuestros legisladores a decidir sobre temas fundamentales sin garantizarles el imprescindible estudio acerca de los mismos. Y también reclamamos más y mejores respuestas para encarar los efectos de la pandemia en la vida y el trabajo de los uruguayos. A veces discrepamos con el contenido de esas respuestas. En otras ocasiones hemos disentido acerca de la oportunidad de las mismas.

Nacimos desde el corazón mismo del Frente Amplio. Y entre otras, por esta razón, es que sentimos una fuerte pertenencia a esta, nuestra organización partidaria, alma de la izquierda uruguaya y piedra angular del sistema político nacional. Por algo Seregni aludía frecuentemente a “nuestro Frente Amplio”.

Es que así lo sentimos y es este sentimiento el que alimenta nuestra convicción acerca de un proceso imprescindible de análisis de nuestra conducta política, poniendo especial énfasis en el período durante el cual encabezamos el gobierno nacional. Necesitamos una renovación ideológica que tome a la realidad nacional como punto de referencia y asegure nuestra cercanía con las aspiraciones y las esperanzas de la gente.

Simultáneamente, debemos encontrar una estructura orgánica que asegure sintonía entre nuestra conducta política y la voluntad del pueblo frenteamplista, incluyendo la imprescindible renovación generacional que asumirá la responsabilidad de garantizar esa sintonía, con estudio y con intensa militancia, como la que mañana mismo practicaremos reclamando –una vez más– memoria, verdad y justicia.

Estos valores fundamentales son ejemplos mayores de la acumulación política por la que tendremos que trabajar, revirtiendo la excesiva e inexplicable atomización sectorial que hoy existe y que provoca un indiscutible deterioro de la calidad de nuestra conducta política, sembrando además una severa confusión entre nuestros compañeros y compañeras.

Asamblea Uruguay no sólo no podrá contemplar el desarrollo de este proceso, sino que deberá involucrarse profundamente en el mismo. Tan profundamente que también habrá de recorrer la trayectoria de renovación que queremos para todo el Frente Amplio. En otras palabras, tendremos que contribuir a la renovación del Frente Amplio como parte de la búsqueda del mismo resultado en casa.

Ello incluye los esfuerzos a realizar para coordinar y potenciar nuestro trabajo con compañeros y compañeras que sin renunciar a sus identidades sectoriales –o quizá buscando la que hoy no tienen– compartan con nosotros valores y principios esenciales, así como los lineamientos angulares sobre nuestras posturas y acciones, alumbradas por el pensamiento y la vida del Compañero Liber Seregni.

Queridas compañeras, queridos compañeros, con la misma emoción con la que aquel 19 de mayo de 1994 dimos el primer paso para iniciar esta historia que hemos compartido, les agradezco profundamente los muy valiosos aportes que le han dado vida a esta experiencia política. Sin ustedes, lo que hemos logrado, con aciertos y con errores, hubiera sido sencillamente imposible. Sé que puedo contar con ustedes para seguir adelante. La lealtad es una piedra preciosa de la política y también el mejor fundamento para fortalecer los lazos que hacen posible el crecimiento individual y colectivo.

¡Que viva Asamblea Uruguay!

Un fuerte abrazo para todos como el que nos daremos cuando alcancemos mejores resultados en la lucha contra la pandemia; pero este adelanto es muy sentido y conmovedor.